No sé si ha cambiado mi forma de ver el mundo o eso sería demasiado exagerado. Llevo tantos años jugando a rol que no sé cómo se ve el mundo sin ser rolero. Desde pequeño me han gustado los juegos de tablero; mis sábados por la tarde estuvieron durante muchos años definidos por partidas familiares al Hotel, El Palé, La maldición del ídolo, Hero Quest y un largo etcétera. Así que, podemos suponer que, de no haber conocido los juegos de rol, al menos sí que habría seguido siendo jugón (de mesa) y mi personalidad no distaría mucho de la que es ahora.
Sí pienso que podemos achacar a esta afición un par de mejoras en mi forma de ser. Yo siempre me he considerado una persona tímida - aunque con los años he conocido verdaderos asociales - y haber jugado a rol creo que a todos nos ha servido para romper la barrera inicial a la hora de entablar una conversación con alguien que conoces poco o a la hora de hablar en público.
En segundo lugar, me ha hecho disfrutar del teatro. A algunas personas, la forma de hablar del teatro, les parece exagerada y no terminan de sumergirse en la ficción que se produce sobre el escenario. A mí me gusta bastante y quiero, de alguna forma, agradecérselo al rol. O quizá me gustaba de forma natural y eso me acercó al rol. Quién sabe ya.
En segundo lugar, me ha hecho disfrutar del teatro. A algunas personas, la forma de hablar del teatro, les parece exagerada y no terminan de sumergirse en la ficción que se produce sobre el escenario. A mí me gusta bastante y quiero, de alguna forma, agradecérselo al rol. O quizá me gustaba de forma natural y eso me acercó al rol. Quién sabe ya.
P.D: Esta entrada es trampa, se ha publicado desde el futuro el día 20/12/2017. Me pilló el toro.
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